Un concepto para nosotros tan simple: representar la Tierra en una esfera, no era así de obvio para nuestros antepasados, por razón fundamental: durante siglos la gente no sabía que la Tierra es redonda.
Cómo veían la Tierra en la Antigüedad
El primer globo terráqueo (es decir: un modelo de la Tierra), que representa la hipotética distribución de los continentes probablemente fue hecho por el bibliotecario griego Crates de Malos, en Cilicia (ahora Çukurova en la actual Turquía), alrededor del 150 a. C.
Crates (180 -145 aC) fue un cartógrafo, gramático y filósofo estoico griego, y probablemente director de la biblioteca de Pérgamo, aunque hoy en día no le recordamos por sus comentarios críticos y exegéticos sobre Homero, sino gracias a primer globo terráqueo.
Por lo menos es el primero del que nos han llegado las noticias, porque el globo mismo no se conservó. Sabemos cómo era gracias a una descripción detallado hecha por Estrabón.
La predilección de los filósofos de su corriente por la harmonía en el universo, en aparente contradicción con descubrimientos científicos, nos regaló un globo con nuevos continentes, todo al son de simetría, así en el globo de Crates aparecieron Perioeci (Antipodes) y Antioeci (Terra Australis).
El creador de este globo se imaginó la Tierra en forma de cuatro islas semicirculares.
Primer globo celeste (y muy exacto, por cierto)
Ningún globo terrestre de la antigüedad ha sobrevivido, aunque sí se conserva un copia de un ejemplar de un globo celestial, parte de una escultura griega llamada Atlas de Farnesio. La copia en mármol proviene de época romana, del siglo II dC, y actualmente está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional en Nápoles (Italia).
Atlas en la escultura está de rodillas, sujetando sobre sus hombros las esferas celestes. No es sólo la representación más antigua conocida del globo celeste, pero también la estatua más antigua existente del titán de la mitología griega. Toda la figura tiene una altura de 2 metros y el globo 65 centímetros de diámetro.
Se considera que las constelaciones que vemos en el globo son bastante detalladas y precisas, basadas en investigación científica, y no sólo en una fantasía del artista.
Conocimientos del globo terráqueo en el mundo árabe
En la Edad Media en Europa el conocimiento sobre la forma de la Tierra se ha perdido la relevancia, aunque no se puede decir que se haya perdido del todo, ya que seguía vivo en el mundo islámico y muchos regiones a los que llegaban sus influencias.
Ya en la segunda mitad del primer milenio de nuestra era, estaba claro para muchos eruditos árabes que la Tierra tiene forma de un globo. La prueba, según el astrónomo Ibn Hazm, fue el hecho de que el Sol siempre brilla verticalmente en un lugar específico de la Tierra. (No fue hasta muchos siglos después que Galileo llegó a conclusiones similares.)
Los cálculos de los astrónomos árabes fueron tan precisos que en el siglo IX determinaron que el perímetro de nuestro planeta es de 40.253,4 km, una equivocación de tan solo 200 km.
En 1139 un geografo y viajero árabe,- nacido en Ceuta-, al-Idrisi construyó un modelo del globo terráqueo para la corte normanda del rey Roger II de Sicilia, en Palermo, basado en su mapa del mundo.
Este mapamundi, llamado Tabula Rogeriana, estaba orientado del sur al norte, es decir, en sentido inverso al que conocemos ahora, «cabeza abajo», como diríamos.
Globos después del 1492
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